Injusticias

La parte más difícil de la vida es vivir

Creo que después de todo estoy condenada a ir a esa ampliación, aunque quién sabe, porque sólo han pasado doce horas desde que me lo dieron para hacerlo...

Pero de entre todas las injusticias del mundo, hoy me percaté que a pesar de todo lo que puedo decir y quejarme, mi vida al fin y al cabo es bastante buena. A grandes rasgos tengo todo lo que quiero y si no lo tengo es por falta de verdadero esfuerzo o porque no lo quiero tanto...

Escuchar las historias de toda esa gente que nos rodea. La de un hombre que a penas puede comprar por mes su comida, ver a unas pobres ilusas idolatrar a alguien que ni las considera cercanas a lo normal, otra que es una perdedora que sueña con haber salido de una historieta, la de un chico que no tiene ni idea de lo que hace con su vida, la de un estúpido que lo tiene todo para hacer lo que quiera y no quiere nada... Y toda esa gente es la que me ha rodeado en la última semana.

Entonces, me veo, y aunque muchos digan que nada más soy una simple "Desgraciada Crónica", yo me veo como una persona realista, que aprendió a reconocer sus defectos, aunque nunca se los vaya a decir a nadie, que sabe a dónde quiere ir, lo que le gusta y lo que no, que sabe lo que puede soñar y diferenciarlo de lo que va a conseguir en la vida.

Sí, amo mi vida, ciertamente soy 100% dispensable para el mundo, pero nunca me ha importado lo que el mundo piense de mi...

Y si alguien que lea esto, no cree que su vida es tan buena como digo yo que la mía es, entonces piense, cuántas veces por semana lava usted su ropa, la plancha, limpia la casa y hace sus mínimo 3 comidas, es más piense si tiene la posibilidad de hacer las 3 comidas. Eso le da un giro a la vida. Eso me lo dijo un amigo, del cual hoy me sentí orgullosa de ser su amiga, la vida da vueltas, obviamente no lo dijo así, pero puso unos ejemplos que realmente me llegaron al "corazón" y la conclusión sería que la el hecho de querer estar mejor en muchos aspectos de nuestra vida es puro egoísmo y que sólo basta con ver a nuestro alrededor y realmente abrir los ojos.