Después...


Paseando por las paredes, surcando los cielos y dejando caer los sueños a un extraño abismo de expectativas, formando triángulos de compases de tres tiempos se entregaron en sus brazos. Miradas de recuerdos y amores muertos, esperando un futuro mejor. En un flujo constante de palabras y caracteres se formaron tornados de sentimientos incomprensibles. ¿Su nombre? Recurrente entre las páginas, una y otra vez. El nombre más dicho entre tantos...


0 comentarios: