Por el camino lo decidí...

Lo he dicho antes y lo repito, quisiera poder escribir algo que pase a la historia pero de todas formas siempre me he destacado por lo que digo, más por el momento y el tono en que lo digo, que por lo que escribo. Me gusta la sinceridad, "verdad brutal", y aunque no me guste Arjona debo admitir que en una de sus canciones, no sé cuál, dice algo así como que duele más la duda que la verdad (los verdaderos fanáticos de Arjona ahí me ayudarán y me podrían decir como dice exactamente y en cuál canción) y tiene razón.
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Quisiera decir "Te amo" como lo dice el resto de la gente, quisiera poder abrazar a los demás y saber qué hacer cuando lloran. Pero no soy así. Y la verdad es mentira, no quisiera poder hacer eso. Porque si lo hiciera ya no sería yo. En fin como siempre empiezo con una cosa y me voy por la tangente y no termino diciendo nada de lo que tenía planeado para esta entrada... Así que de nuevo al punto original...

No sé realmente en lo que pensaba cuando decidí abrir este blog. Puse en la descripción de no sé que parte, que el blog era para ayudarme a descubrir lo que realmente me apasionaba. Bueno, eso fue pura paja. Nunca pensé que para eso sirviera el blog. Y supongo que tiene razón Amador cuando dice lo de los fantasmas y quienes escribimos en un blog... Pero de alguna forma supongo que el blog me sirve como una especie de diario, el cual no dice lo que sucedió a mi alrededor durante el día, sino, lo que sucedió con mi cabeza.

Y ha habido tantas cosas de las que he querido escribir. Y hay tantas historias en mi cabeza que atentan contra mi razón y mi sano juicio, otras que son las únicas que son capaces de hacerme sonreír en medio del camino, otras que me atormentan por las noches, otras que empiezan y nunca terminan porque sólo esperan que conozca más el mundo para saber qué es lo que realmente continúa, y miles de otras historias que debido a la burocracia de mi mente, esperan ser publicadas y que se terminen sus trámites para saber qué va a ser de ellas...

Y también quiero escribir sobre algo que se ha hecho conmigo. Y aunque la nostalgia se ha hecho con el corazón de la canción número nueve, un sentimiento que me era casi desconocido por completo tocó a mis puertas para ver que todo no era como yo lo imaginaba. Bueno, sin más preámbulo, les comunico que yo, Patricia, empecé este semestre a mejorar mi cartilla de las buenas acciones, sólo por el hecho de ser una mejor persona.

Quienes me conocen considerarían esto bastante extraño viniendo de mi, pero decidí hacerlo. Es por eso también, que soy voluntaria en el proyecto de pintar el CEN-CINAI de Guadalupe. Y también es por eso que ya no quiero un automóvil, para el cual tenía un fondo que alimentaba desde el noveno grado. Y ya no quiero el bendito carro. Los carros contaminan.

Entonces quizá no soy el tipo de persona que siempre tiene una sonrisa preparada y sabe qué decir en un momento de crisis, pero, sí pueden esperar de mi un apoyo incondicional pero silencioso, porque he decidido que el destino para mi no existe. "Decide y trabaja el destino no existe" Eso decía una de las pizarras de corcho de mi colegio.

Y diecinueve años no es muy tarde para querer empezar a cambiar el mundo. Porque un viaje de mil millas se empieza con un paso, lo que nadie nos dice es que termina de la misma manera, pero es la determinación y la esperanza la que hacen de ese viaje distinto a los demás.

Y después de todo lo que escribí, tan solo mencioné como en dos líneas lo que originalmente iba a decir... Bueno, para otra entrada quedará.

2 comentarios:

Carla dijo...

Hey, usted es el 195 de blogalaxia; no sabía.

Unknown dijo...

¿Yo sí estoy en blogalaxia?
Creí que lo había hecho mal...