Negociaciones de Paz

Laura no conoce bien a Patricia. Por eso le tiene miedo. Patricia es más impulsiva que Laura. Sí, Patricia es todavía más impulsiva que Laura.
A Patricia no le interesa conocer a Laura. Laura se muere por entender a Patricia.

No logro hacerlas ponerse de acuerdo. Me están matando.

Una está gritando y la otra hace tanto escándalo que hace que la otra no se escuche.

Una es la derecha y la otra es la izquierda.

No prefiero a ninguna. No puedo. Al fin y al cabo las dos son yo. Y en el medio estoy yo. Esta es la única vez que he visto el mundo. Soy el punto intermedio. Soy la que está escribiendo. Porque Laura y Patricia pelean tanto que no pueden darse el chance de escribir juntas.

Yo no voy a volver a salir. No se preocupen no soy realmente una tercera. Soy como una rosa, después de un rato se muere. Cuando ponga punto final a esta entrada moriré y de nuevo sólo estarán Laura y Patricia para que se maten, o hagan lo que les dé la gana.

Patricia se lo quiere gritar al mundo. Laura es la que está pensando. Laura todavía no puede hacerlo. Para Patricia es muy fácil hacerlo, ella siempre está detrás de Laura.

Laura es la que tiene que vivir con el mundo. Sólo Patricia entiende a Laura. Sólo Laura podría entender a Patricia.

Y cuando las dos se quieren morir para volver a nacer para morirse de nuevo y esta vez renacer en serio y por fin ser solo una, y saben que no pueden...Dios por qué no podemos?

Patricia dicta mientras Laura despedaza todo en su cabeza.

No estamos locas. Perdón. No estoy loca.

Todos tenemos un Ying y un Yang. Yo soy Laura y Patricia. El problema es que ninguna sabe los verdaderos límites que las dividen.

Sería más fácil decir todo de frente.

Si dijera todo de frente probablemente no quedaría un alma viviente que estuviera dispuesta a aguantarme, a quererme ya sé que no, pero ni siquiera a aguantarme.


Nos gustaría irnos y escondernos entre sus brazos cálidos. Nos sentimos bien cuando estuvimos en sus brazos, nos sentimos como si de nuevo fuéramos solo una. Nos sentimos, diferentes a como siempre nos sentimos. Es como la seguridad de estar enamorado. Nunca me he enamorado. Pero era algo así. Estoy segura. No sé cómo, pero fue así.