Nada Cambia

Es divertido cuando uno vuelve a un lugar, que no ha visitado por mucho tiempo, y ver que sigue igual. Ver que la pintura sigue del mismo color. Que se cultivan las mismas flores. Que nada realmente cambia.
Dicen que a la gente no le gusta el cambio. Eso, no cambia. Los chicos siempre van a ser chicos. Las chicas siempre van a ser chicas. Las mujeres nos seguimos enojando. Y los hombres siguen sin ver qué fue lo que hicieron que nos hizo enojar.
Nada cambia. Los recuerdos de aquel lugar nunca se irán. Las sonrisas, los sueños, las traiciones, lo bueno y lo malo, todo se queda allí. No creo que sea sano recorrer el mismo camino dos veces, pero es tranquilizante ver hacia atrás y ver todo lo que dejamos ir.
Lo más gracioso de toda la historia fueron los caprichos. No te tengo entonces te adoro. Te tengo, y ya no te quiero, de hecho te detesto. Te digo que te vayas, y te empiezo a extrañar... Y cuando las miradas se cruzaban...
Ciertos lugares conservan esa magia. La de nunca cambiar. La de hacernos recordar quiénes realmente fuimos, o peor, quiénes realmente somos. Si todo tiene que cambiar en esta vida, espero que ese lugar sea lo único que no cambie jamás. Si todo se mueve, si todo se transforma, quiero que ese sea, aunque sea único, mi punto de estabilidad.
Cuando la gente reconoce que existe tal punto, no lo deja ir. Llegan a depender tanto de él que lo cambian. Y esa no es la gracia. La gracia es saber que está allí pero no ir a él. La gracia es que cada vez que volvamos, descubrir cuán lejos se estuvo.

Profes...

Es curioso... la mayor parte de los estudiantes de la UCR, digo que de esta universidad, puesto que son con los que me relaciono, y que soy una. Bueno, la mayor parte de estos estudiantes, me atrevería decir que un 95%, reconoce a un buen matemático o físico, el estudiante es capaz de dicernir entre un buen y mal profesional, el estudiante está consciente que su profesor sabe de la materia.
Y a pesar de que los estudiantes sabemos cuando un profesor sabe o no de su materia, por qué rayos ellos no entienden si son o no buenos profesores. Una cosa es saber lo relativo a su carrera, y otra muy distinta es que sea profesor. Y es que en los que cometen más este error son los de Mate y Físcica, a pesar de que las materias no sean realmente difíciles, sino es por su accesabilidad y cotidianeidad.
En fin, esta gente, no ha llevado un curso de Pedagogía ni en foto y no tienen el talento de la enseñanza, y es mentira que el que no tiene talento enseña, es más bien como:
"El que no tiene paciencia, nos queda"

Mickey & Minnie


Mickey: I wanna divorce
Minnie: What? Are you fuckin' crazy?
Mickey: No, I'm fuckin' Daisy!

Dulce Inocencia

Justamente hoy estaba pensando en algo que estoy segura muchos no han hecho. Cuando yo era pequeña, corrección, cuando yo era una niña, corrección de nuevo, esta historia comienza desde antes que yo naciera. Va de nuevo. Dos años antes de que yo naciera se murió la mamá de mi papá, sí ahí empieza, bueno podría retroceder más, pero no me parece recomendable. El punto es que yo nunca conocí a mi abuela paterna.

Ahora retomo lo antes dicho, cuando yo era niña, para cada día de la madre mi papá nos pedía a mi hermana y a mi que lo acompañáramos a la tumba de su mamá. Mi mamá se iba temprano para donde la mamá de ella y ayudaba a preparar el almuerzo familiar y después llegábamos nosotros tres.

Mi papá se llevaba todo lo que necesitaba para arreglar la tumba, por lo cual una vez le pregunté que por qué la arreglaba él y por qué no mandaba a alguien más hacerlo y simplemente le llevaba las flores como el resto de la gente. Lo dije en un tono de tal ingenua arrogancia que mi papá no lo consideró una impertinencia, a eso mi papá me respondió más con una mirada que con las palabras, me dijo que él arreglaba la tumba por amor y respeto, eso no lo entendí muy bien. Pero a ello le agregó que también era porque nadie pagó por una niñera para que cuidara de él cuando era niño así que él tampoco pagaría a nadie porque cuidara de las tumbas.

En fin lo anterior fue sólo para que se hicieran una imagen de cuánto podíamos durar en el cementerio. Puesto que no sólo arreglaba las flores y el zacate, sino que también la pintaba y no sé cuanto más hacía... El punto de mi historia es que mientras él arreglaba, mi hermana y yo no íbamos a jugar escondido por todo el cementerio.

Nunca pensamos en las tumbas y cadáveres que había en ese lugar, pensábamos en todos esos lugares magníficos que había para ocultarse. Además que en el cementerio había bebederos, objetos que me han fascinado desde que llego para poder tomar de allí.

Podíamos pasar horas jugando en el cementerio, riéndonos y corriendo como si se tratara del patio de juegos de la escuela. Ahora que lo pienso, no creo que haya sido irrespetuoso, aunque más de una vez los adultos nos dijeron que nos quedáramos calladas y que volviéramos con nuestro padre; sin embargo, creo que a ninguno de los muertos les hubiera preocupado, porque no puedo ni pensar desde hacía cuánto no escuchaban una risa...

Bueno, creo que no muchos han jugado en un cementerio y menos disfrutándolo tanto como mi hermana y yo lo hicimos...

Lo más raro es que era algo que solíamos hacer, sin pensar nunca en las implicaciones, puesto que también cuando íbamos a donde mi abuela materna, nos íbamos a andar en bici por el cementerio que quedaba no a más de 200 metros de la casa. El lugar es perfecto para eso, puesto que es prácticamente plano.

Conclusión:

  • No se le debe prohibir a un niño jugar en un cementerio, para que no desarrolle miedo por la muerte.
  • Los muertos necesitan escuchar más risas.
  • Los adultos no deben ser tan intransigentes

Antes de Morir

Después de un no muy largo pero si completo análisis, decidí que todavía no me puedo morir. Esto debido a que no he hecho muchas de las cosas que considero necesarias para poder vivir mi eternidad en paz...
  1. Ir a Argentina.

  2. Conocer o ver en la vida real a Saviola.

  3. Leer Cien años de Soledad.

  4. Hablar 4 idiomas, al menos.

  5. Tener un par de zapatos de tacón 10.

  6. Vivir en otro país.

  7. Lanzarme en paracaídas

  8. Vivir sola.

  9. Tomar jugo de calabaza.

  10. Disparar un arma, o sea ir a un polígono, me explico? yo sé que se puede prestar para confusiones.

  11. Ir a un concierto de Mercedez Sosa.

  12. También de La Oreja de Van Gogh.

  13. Hacer el viaje en motocicleta del Ché.

  14. Irme de mochilera por Centroamérica.

  15. Hacerme un tatuaje.

  16. Donar sangre.

  17. Ir a una marcha, por una causa en la que de verdad crea.

  18. Ir a un concierto de No Doubt.

  19. Enamorarme.

  20. Nadar con delfines.

  21. Surfear.

  22. Ir a que me lean la mano y/o las cartas.

  23. Tomarme un Martini.

  24. Ir al mercado de Marruecos.

  25. Perderle el miedo a los perros.

  26. Escribir un libro digno de leer.

  27. Extinguir de mi rostro las sonrisas hipócritas.

  28. Ser madre.

  29. Fundar un colegio.

  30. Creer en todo lo que digo.

Algunas pueden ser muy superficiales, lo admito; sin embargo, para eso es la vida, para que cada quien haga lo que quiera, y tener caprichos forma parte de ella; además definitivamente cada cabeza es un mundo. Si les parece que falte algo que ustedes crean necesario hacer antes de morir, por favor sugiéranlo, debido a que ahorita no me acuerdo de muchas otras que me gustaría hacer; además 2,3 ó 4 cabezas, o cuantas sean, piensan mejor que una ;)

Enterrada en Vida

Ella era la pequeña muñeca de porcelana de la casa. Con sus ojos grandes, expresivos y almendrados, con la piel impecable y perfecta, con su pequeño cuerpecito que parecía haber sido esculpido para un hada de poderes místicos, y con su forma de hablar con la cual hasta el mayor de los insultos se oía dulce al salir de su boca, logró engañarlos a todos...aunque fuera por tan solo un instante.
Aún para la época en la que todo sucedió, ella era muy joven. "Tan joven y con tanto por aprender..." siempre repetía su madre. Por otro lado su padre fue tan inclemente como si se tratara del castigo de un extraño. La conclusión fue bárbara y brutal, realmente, sin razón de ser. La chica más linda, inteligente y amada del círculo, fue, enterrada en vida. Perdió la luz y perdió la esperanza. La dejaron sóla con su ser y nada más. Todo por una ilusión de la adolescencia.
Por su parte, ese hombre por quien su vida fue sacrificada, él, él, él no tuvo nunca la intención de herirla. Al menos eso decía. ¿Quién es capaz de creerle? Ella ya no. Huyó como una rata. Mentira. Él no huyó. Lo obligaron a irse, a dejarla. Él la amaba con todo su corazón, con toda el alma y con todo lo que un hombre puede amar a una mujer; sin embargo, la peor de las suertes la corrieron ellos el día que se conocieron. La misma historia de siempre, pero con más heridos de los que se acostumbra. Ella quedó embarazada. Y eso se lo hubieran perdonado, pero lo que no le perdonarían jamás fue el hecho que él, a quien ella amaba con todo su ser, fuera lo que era, un hombre nada más, sin nada más que darle que su amor, y que no pudiera darle otro regalo más que su vida.
Fernando. Así se llamaría el hijo de ellos dos. El producto de su amor. La causa de su separación. Ese niño nunca sabría la verdad. Sería criado como el hermano de su madre. Eso lo decidió quien era su abuelo. Sin poder para oponérsele ella aceptó con el corazón destrozado y por esa razón, ese hogar dejó de ser lo que era para convertirse en nada más que una casa habitada.

Eso, son Tu

"Entre dos tierras estás y no dejas aire que respirar"
*
Siempre entre tus sueños y fantasías nos has llevado a un sin fin de eventos inesperados que para lo único que han servido es para complicar la vida de quienes solamente buscamos tranquilidad y alegría. Entre tus desórdenes y locuras haz sido capaz de destruir irremediablemente el futuro que intentamos entretejer.
Cómo me gustaría decirte a los ojos, que si disidiste irte al abismo, por favor no nos lleves contigo... Y lo extraño es que soy capaz de decir exactamente las mismas palabras para más de uno a quien ahora sólo nombro "Tu".
*
Te amo, eso no lo puedo negar, qué mas quisiera, que poder dejarte atrás sin remordimientos y sin ningún tipo de culpa; sin embargo, hay una parte de mi que se cree responsable por tus acciones, aunque ya estás muy grande para saber lo que haces...
Me hiciste parte de tu vida de manera tal que yo no me pude abstener de hacerte parte de la mía, de hecho, hasta llegar al punto, en que te hiciste mi vida. Y ahora te marchas como si contigo no fuera la cosa, me dejas aquí con el desastre y no sé qué hacer conmigo... Y tu sí eres capaz de mirarme a los ojos y decirme que te vas y que todo va estar bien, cuando sé que es mentira, y sin ningún reparo me miras para que yo crea que sí es verdad.
Para lo único que viniste, en última instancia, fue para irte. Ese eres Tu.
*
Mientras que Tu, no te deseas hundir, sé que no, pero no puedes ver donde termina el camino y empieza el abismo. Y como te he dicho mil veces anteriormente, siempre nos construyes castillos en el aire que se caen con la más ligera de las brisas.
Nos tienes en ese velorio interminable de nuestro futuro, llorando por las cenizas en las que convertiste esa ilusión.
*
Y lo peor es que aquí termino yo, coleccionando sueños desde mi extraño subconsciente, y quedándome sin aire qué respirar, porque fue cruelmente reemplazado por mi orgullo, quien ahora resulta ocupar todo el espacio.

Correo Yahoo

Es curioso... Yo creé mi primer correo en Yahoo en el 2005, sí hasta ese año, quizá porque no lo necesité antes, o al menos creía no necesitarlo. El punto es que nunca he sido el tipo de personas que revisan a diario su correo, además que una cierta pincelada de mi posible prepotencia, se evidencia en el hecho que considero a casi todos los mensajes como spam que nunca voy a leer.
Hoy al ingresar a mi correo en Yahoo, ese mismo que hice en el '05, reportaba 1087 mensajes sin leer. Y de ellos, hay algunos que datan de ese mismo año en el que lo creé. Sin embargo, noté algo que viene presentándose desde hace un tiempo, y es que ya casi no recibo mensajes de aquellas personas de las que solía recibir tantísimos. Supongo que la gente se da cuenta después de un tiempo, que aunque el rechazo es tácito, siempre se hace notar, así que se resignaron a que a algunos simplemente no nos interesa, o tal vez, sólo tal vez, es porque ahora me los mandan a Hotmail...

Es mi culpa...

Su forma de actuar resultaba difícil de describir. Parecía que la vida, y el mundo mismo fueran fácilmente calculables para que todo terminara sucediendo de acuerdo con su antojo.
Ella lo vio a los ojos y si él no hubiera estado tan enamorado de ella como lo estaba, hubiera notado que esa mirada de desdén, provenía de esa crianza clasista que había calado en ella de tal manera que nunca se enteró que se había convertido en una sociópata con estilo propio.
Su manera de mentir era más que patológica. Mentía viendo a los ojos y sin titubear, su ritmo no cambiaba y hasta incluía todos aquellos pequeños detalles que la gente desea ver en los demás, para que crean que se habla desde el corazón. Las mentiras brotaban de sus labios tan grácilmente como una pluma que se deja caer al antojo del viento. Sin arrepentimientos ni segundos pensamientos se fue y lo dejó solo con una herida que tardaría mucho en sanar.
En términos generales este tipo de situaciones le dejaban en la boca un cierto sinsabor, a veces más bien un dulce, que perduraba hasta que hayara algo en qué entretenerse hasta que se le olvidara; sin embargo, esta vez fue distinto... El amargo, que incluso respiraba, era un sentimiento nuevo que jamás imaginó y no tenía idea de como lidiar con él.
La única razón por la que pudiera haber pasado algo así, era porque de alguna u otra manera ella había llegado a quererlo; pero de eso ella no se percataría, y sin darse cuenta se cicatrizó de manera permanente.

Ya no te quiero

"TODAS LAS PROMESAS DE
MI AMOR SE IRÁN CONTIGO"

Y SI QUEDÁNDOME CALLADA
TE PIERDO...
CALLARÉ EL RESTO DE MI VIDA
PARA PERDERTE UNA Y OTRA VEZ
Y NO VERTE MÁS.

Seasons of Life

Josephine Wall

¿Qué hago?

Esta es una pregunta directa para quien lea mi blog, o sea 99.9% seguro que sea exclusivamente a Carla a quien le pregunto, ¿qué hago para que más gente me lea?

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No me parece que las entradas sean ni tan superficiales ni tan intelectualoides como para que sea un blog tan poco atractivo...
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Cualquier sugerencia se acepta
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Si es para bien nuestra obligación es cambiar.

¿Realmente a qué es?


"Que la reseca muerte no me encuentre
Vacía y sola sin haber echo lo suficiente"

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Creo y estoy absolutamente segura que la muerte no es el problema. La muerte es sólo un paso para seguir viviendo, al menos eso espero...
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Ella es un ser especial y de cierta forma maravilloso que nos espía desde todos los rincones de la existencia. Espera, analiza, calcula y un día ataca...
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Sin embargo, la razón por la cual el hombre le tiene miedo es verdaderamente extraña. No sabemos qué sigue después de que esta misteriosa "dama" nos abraza y decide llevarnos con ella. No hay nadie que haya sido raptado por ella que volviera y nos diga qué se siente. Y no hay forma científica de explicar a dónde nos lleva. De hecho ni siquiera sabemos si vamos realmente para algún lado.
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Entonces creo que el miedo no es en sí a la muerte. No. Es a la vida. El miedo a vivir y no llegar a ser "exitoso". El miedo de no saber si alguien va a recordarse cien años después de nuestro ser.
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Miedo de hacer lo incorrecto, lo injusto, y hasta lo perverso. Miedo de no dejar la huella. Miedo a no ser queridos y de no hallar nunca a quién querer con toda el alma. Miedo a que los últimos instantes de esta vida los pasemos solos, sin saber si alguien nos llorará. Y aunque el llanto es una forma egoísta de los humanos y representa el dolor propio, de cierta morbosa manera, todos queremos saber que alguien se va a sentir mal cuando ya no estemos.
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Pero creo que el mayor de todos los miedos, es el de no llegar a vivir la vida como uno la quiere. Miedo a tener todos los sueños en nuestra cabeza y no poder cumplirlos. De ver cómo la vida se nos escapa y no hicimos aquel viaje al desierto, y que no nos compramos aquellos patines, porque después pudimos haber tenido que usar ese dinero, para pagar algo que no queremos pero "necesitamos".
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Miedo infundamentado que terminó por destruir aquello que amábamos y que por quedarnos callados se esfumó. Miedo de llegar a la recta final y haber vivido dos vidas: la que soñé y la que me tocó vivir.
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Al final sólo puedo decir que la vida es un cofre que contiene un tesoro magnífico, desgraciadamente no todos los que vivimos portamos la llave, porque nos da miedo buscarla.